Autoconfianza, conociendo tus fortalezas y tus limitaciones
- Andrea Cerrejón
- 31 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr 2020
La autoconfianza es la percepción que tiene la persona de sus propias capacidades para enfrentarse a una determinada tarea y si considera que el resultado será positivo y beneficioso. Dentro de la autoconfianza tenemos dos conceptos: autoeficacia y confianza deportiva:
- Teoría de la autoeficacia de Bandura: creencia de que uno puede dominar una situación y producir resultados positivos (Bandura, 2000). Hace referencia a la creencia "yo puedo" o "yo no puedo".
- Modelo de la confianza deportiva de Vealey: la creencia o grado de certeza que los individuos poseean sobre sus habilidades de obtener éxito en el deporte. Esto a su vez se divide en dos constructos: rasgo (que se posee) o estado (que se posee en un momento determinado).
Para ello, lo primero es conocer tus puntos fuertes (cualidades) y tus puntos a mejorar (tus limitaciones). Una vez conocido esto, ponerte en marcha para aplicar esas cualidades y potenciar las limitaciones.
El primer paso para empezar a trabajar tu autoconfianza es ANOTAR tus puntos fuertes y tus puntos a mejorar o limitaciones
Autoconfianza y la metáfora de la batería de móvil
La autoconfianza es como una batería de móvil, a veces se carga y se recarga en función de las experiencias que vamos viviendo. Si enlazas varias competiciones que no han salido muy allá, es posible que la batería de la autoconfianza se descargue, en cambio, si encadenas varias competiciones positivas la batería se va recargando. Otro motivo que puede hacer que tu batería se cargue o descargue es las expectativas de tu entrenador, sus comentarios (de refuerzo o no).

Al igual que la batería del móvil, que a veces creemos que poniéndola a cargar 10 minutos se cargará a tope, y no, esta batería resulta que acaba siendo “falsa” y se gasta más rápido de lo normal, tenemos que tener paciencia a la hora de la recarga de batería de la autoconfianza.
Sumar buenos entrenos, buenas competiciones, que tu entrenador te refuerce alguna acción, al fin y al cabo, cosas que estamos mejorando y haciendo bien irán cargando la batería poco a poco, pero requiere de tiempo y esfuerzo.
Que esta batería suba o baje depende de las experiencias pero también del análisis que hagamos de lo que pasa. El análisis tiene que ser lo suficientemente objetivo.
Para que no baje la batería de golpe ten en cuenta después de un entrenamiento o una competición:
Hacer un análisis "en caliente" no suele ser buena idea, te puedes dejar llevar por tus emociones. Primero regula lo que sientes y cuando estés más tranquilo... Analiza qué ha pasado.
Centra tu atención en las cosas que has hecho bien, ¿qué sacas de ese entrenamiento / competición?
Un análisis objetivo no puede basarse sólo y exclusivamente en el resultado, puesto que es algo que no depende al 100% de ti mismo.
Mira lo que sí has hecho tú independientemente del resultado y plantéate, ¿qué has aprendido para la próxima competición?
Es normal sentir frustración después de una experiencia no deseada, apóyate en compañeros de equipo, entrenadores…
Escucha lo que te dice la gente de fuera, si ellos te dicen una cosa y tú ves otra… ¿puede que te estés dejando llevar por tus emociones?
Y sobre todo cuida cómo te hablas, no hay mayor enemigo que uno mismo. Si no dejarías que una persona externa te dijera ciertas cosas ("eres un desastre", "no te sale nada bien", "no vales para nada")... ¿por qué te lo dices a ti mismo? El autodiálogo es clave para gestionar esas cargas y descargas de autoconfianza.
Es tu turno, tú decides si quieres que tu confianza se debilite rápidamente con cualquier experiencia negativa o si por el contrario quieres cuidar lo que te dices, cuidar el análisis que haces de lo que vives, y cuidar dónde pones la atención, si en lo malo o en lo que sí has hecho bien de una experiencia.
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